“Hay un objeto que se escurre, un ojo que se perfila pero no se muestra. Esto se aprecia en el video de un hombre con una máscara en primerísimo plano, allí la dificultad de respirar configura en la sala un espacio sonoro amplificado, en esta dificultad de respirar el cuero se pega al rostro en la inhalación permitiendo apreciar algún contorno reconocible de una boca o una nariz, o la forma de la cara. En un segundo movimiento, cuando se exhala la imagen desaparece,  se desvanece en la respiración. Los  globos oculares aparecen y desaparecen, se resaltan con la respiración, “sólo basta poner los dedos y empujarlos para destruirlos, es una membrana que suscita la tendencia mortífera que cada sujeto que aparece aquí se siente tentado a hacer. Y es insoportable precisamente por eso, porque muestra la tendencia del sujeto a  hacer uso, el que quiera, de  esos objetos, de las imágenes que no tienen ojos”.